A Sevilla la llamaban la ciudad conventual por la gran cantidad de conventos y templos religiosos que albergaba. Aunque muchos de ellos se han perdido entre revoluciones y guerras, lo más normal es que cada poco que camines encuentres en tu paso alguna iglesia.
Son dos los estilos predominantes de iglesias en Sevilla: las gótico-mudéjares y las barrocas. Este último, el barroco, fue y continúa siendo el más popular entre los ciudadanos, por lo que prácticamente todas las iglesias cuentan con un retablo barroco o con esculturas de imaginería sevillana.
Foto de la portada: Flickr. Ruben Holthuijsen