La Catedral de Triana.
De todas las Iglesias que posee Triana, sin duda, Santa Ana es la superior de todas. Su campanario sobresale por encima del resto de edificios, constituyendo todo un símbolo de este barrio de Sevilla con personalidad propia.
La primera iglesia cristiana en Sevilla
Es la iglesia más grande del barrio, llamada por los trianeros la “Catedral de Triana”. Y es que para ellos este templo es motivo de gran devoción y orgullo, y con razón, pues fue la primera iglesia cristiana construida en la ciudad de Sevilla.
Cuando las tropas cristianas conquistaron la ciudad almohade en 1248, tomaron las mezquitas y las convirtieron en iglesias bajo la nueva religión, pero no erigieron iglesias propias hasta 1266, año en que se construye la Iglesia de Santa Ana. Desde luego, querían dejar huella de su supremacía, ya que construyeron una de las iglesias más majestuosas de Sevilla, con su gran interior mudéjar, en ladrillo visto. Su otro elemento mudéjar es la portada edificada en piedra, material solo reservado para las partes más sagradas del templo, como ésta.
Edificada bajo el reinado de Alfonso X, hijo del conquistador, la consagró a Santa Ana por la intervención de la santa en curarle de una enfermedad que tenía en la vista. Los restos de esta iglesia mudéjar medieval pueden verse en la portada lateral de la iglesia, ya que gran parte de ella está reformada en el siglo XVIII debido al terremoto que asoló Sevilla en 1755.
La iglesia de la cerámica
Lo que sí que no pasa desapercibido relacionado con el exterior de la iglesia es su campanario decorado con cerámica, la artesanía tradicional de este barrio alfarero. De este modo se identifica a los habitantes de Triana con su iglesia principal.
Su interior es un verdadero museo de este arte, pues cuenta con piezas de un gran valor histórico, como es la primera obra de Niculoso Pisano en España, el introductor de la cerámica pintada, que data nada menos de 1503, y que se conserva casi intacta.
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La plazuela de Santa Ana
Otro elemento no menos importante para el barrio es la plazuela de Santa Ana, que se extiende delante del templo como uno de los lugares de reunión preferidos de los trianeros y en donde en su día se aglutinaban para contemplar la entrada y salida de las cofradías en Semana Santa, ya que antes de la construcción del Puente de Triana, las hermandades procesionaban a ella.
Además, la iglesia está rodeada por diferentes bares, donde es normal que los trianeros se reúnan a tomar unas tapas en buena compañía a la sombra del su templo.
Fuente de las imágenes: 69 – 74 (sección 2)
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