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Foto de portada: Flickr. John Picken Photo

Una historia de la gastronomía sevillana

En España, cada región tiene su gastronomía particular (la paella valenciana, los pinchos vascos, el marisco gallego, la carne castellana, …), lo que otorga variedad y riqueza a la cocina española. 

Hablar de la gastronomía sevillana es hablar de la gastronomía andaluza, pero con ciertos toques propios, como en todos lados. Tiene especial relación con la cocina andalusí y con los productos venidos de América, además de con los de las zonas costeras andaluzas, por su histórica condición de puerto fluvial. 

El aceite y las aceitunas están presente en toda Andalucía por su gran extensión de olivares, además del vino proveniente desde época romana del Aljarafe. Por su parte, el arroz y la naranja fueron introducidos por los musulmanes, y ambos son en gran parte exportados a Europa. De ellos también heredamos los dulces típicos elaborados con miel. El entorno natural de la Sierra Norte de Sevilla ha permitido la crianza de cerdo ibérico, cuyo consumo de productos ibéricos no puede faltar en la carta de cualquier bar de esta ciudad. Finalmente, no debemos olvidar los famosos mantecados el municipio de Estepa, con origen en el siglo XVI y que son los dulces por excelencia de la Navidad; ni los dulces de conventos elaborados de manera artesanal. 

Desayuno andaluz

En Andalucía se desayuna “salado”. Lo tradicional es un café y una tostada (no en pan de molde!), que puede ser una rebanada (es decir, media tostada) o dos (entera) con diferentes modalidades, según los gustos. Aunque lo típico es con aceite, tomate y jamón; también suele pedirse con mantequilla o paté. 

Desayuna en un bar tradicional sevillano el típico desayuno andaluz. También es tradición acompañarlo con un zumo de naranja natural. Empezarás el día con energía.

Tapas, raciones y medias raciones

En mi experiencia como guía turística, esto es algo que genera confusión en la mayoría de los visitantes extranjeros. Mientras que los españoles apenas tienen problemas para distinguir estos conceptos, no está mal recordar estos conceptos, especialmente si vienes de Hispanoamérica.

La tapa.

Es la máxima expresión de un momento para relajarse y disfrutar en compañía, sin llegar a tener un menú completo en un restaurante. A partir de las 12:00 ya se puede decir que es hora para una cerveza acompañada de una buena tapa.

Pero aparte de su concepto social, la tapa es, para los no familiarizados con ella, un pequeño plato de comida, una porción pequeña a precios económicos. Perfecta para momentos casuales o para almorzar o cenar con varias de ellas.

Las raciones o medias raciones

En los bares de tapas también encontrarás estos conceptos, que significa que su cantidad es mayor. Dependiendo de cuántos comensales seáis, os vendrá mejor una ración o sólo media. Esto significa que si todos queréis una tapa en concreto, podéis pedir una ración, que saldrá más económico.

Sigue siendo diferente de los restaurantes, ya que un plato en un restaurante está pensado para una sola persona, mientras que las raciones son siempre para compartir.

Platos típicos

La variedad de gastronomía que puedes encontrarte en Sevilla es enorme, y cada establecimiento ofrece algo diferente. También la pluralidad de ellos le da riqueza y diversidad a la ciudad. Pueden ser desde antiguas tabernas tradicionales hasta innovadores locales con presentaciones atrevidas. Lo suyo sería, desde luego, probarlo todo y decidir con qué concepto te quedas. 

Las tabernas suelen estar adornadas con elementos del flamenco, los toros o la Semana Santa y suelen servir tapas de la cocina tradicional, normalmente consumidas en la barra o de pie.

Algunos platos típicos:

Dulces típicos

La cocina andalusí, sefardí y la cristiana dieron lugar a una gran tradición repostera en Andalucía, dando lugar a dulces como las torrijas y pestiños (consumidos principalmente en Cuaresma Semana Santa) y los tocinos de cielo, rosquillas y yemas. A ello se unen los que proceden de cocinas europeas que se han integrado en la tradicional, como las milhojas o palmeras. 

Pero especial mención merecen los polvorones y mantecados de Estepa, consumidos sobre todo en Navidad, o las tortas de aceite “Inés Rosales”, que respetan la receta ancestral de su elaboración (reconocido por la Comisión Europea). 

Los dulces de conventos tienen gran arraigo y difusión en Sevilla. Su éxito se basa en estar  elaborados en los conventos sevillanos con ingredientes naturales que los diferencia de la repostería industrial. Pero se tratan también de una seña de identidad sevillana por sus sabores familiares y por la entrañabilidad que despiertan los tornos y la vida monástica, formando parte de la historia de la ciudad de una manera muy íntima. Además, los beneficios económicos obtenidos con su adquisición están destinados en su mayoría a la conservación y restauración del propio convento. 

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