Menu
Fiestas y tradiciones

Feria de abril

La fiesta de Sevilla

Es la segunda gran semana de Sevilla, pero lo de segunda no es por menos importante, sino por celebrarse después de la Semana Santa. En concreto, una o dos más tarde.

Ahora es cuando, mientras el centro de Sevilla permanece tranquilo, el recinto ferial (llamado El Real de la Feria) cobra vida y se llena del mayor ambiente, luz y color en todo el año. 

Ferias como tal tienen casi todos los pueblos y ciudades, pero la de Sevilla es la más famosa y grande de España. Es la gran fiesta de primavera de la ciudad, donde las mujeres visten sus trajes de flamenca, los hombres van de chaqueta, los caballos pasean, y prácticamente se baila, se bebe, se come y se disfruta. 

Historia

Su origen se remonta al siglo XIX como una feria mercantil ganadera, fundada, por cierto, por un empresario vasco y otro catalán. Durante las negociaciones de compra-venta se celebraban cantes y bailes y se montaban tabernas. Sin embargo, con el tiempo, el carácter comercial se fue perdiendo hasta imponerse como fiesta organizada.

Recinto

El Real de la Feria está situado en el Barrio de los Remedios, alejado un poco del centro de la ciudad. Lo que más llama la atención del recinto es su portada, cambiante cada año, que representa un monumento o aspecto de Sevilla. Una vez pasada la portada, lo más característico son las casetas.

Casetas

Son los lugares donde se lleva a cabo la vida en la feria. En ellas se bebe, se baila y se come. Aunque bailar, también se baila fuera de ellas. Las casetas no son estructuras permanentes, sino que se montan y desmontan cada año. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las casetas son privadas, pero existen también públicas y una especial para turistas. ¿Todo el mundo entonces posee una caseta en la feria? Evidentemente no, pero seguro que conoces a alguien que sí, o conoces a alguien que conoce a alguien que conoce a alguien que tiene caseta. ¡Así es como funciona la sociedad sevillana en esta semana!

Sevillanas

El recinto ferial queda inundado por coches de caballos (y por su inconfundible olor al estiércol de estos animales, aunque el servicio de limpieza de la ciudad pasa constantemente) y las calles quedan adornadas de farolillos. Pero sobre todo, lo que se oye por todo el Real son las sevillanas. Se tratan de un género musical nacido en Sevilla  y actualmente se las considera como un estilo lejano del flamenco. Bailarlas no es fácil, pero sólo con ver a las parejas bailarlas se llega a la conclusión que es uno de los bailes regionales más bellos y sensuales que existen.

Trajes de flamenca

Por supuesto, lo que le da ese toque inconfundible a la Feria son los trajes de flamenca, o también llamados de gitana. Cada uno es diferente, con colores, lunares y estampados distintos. Tiene el honor de ser el único traje regional con distintos diseños y que sigue modas. Pero el traje no se lleva todos los días, mejor dicho, hay un día que no se lleva, y es el sábado del pescaíto, es decir, la noche en la que comienza propiamente la feria. En este día, el sábado a las 00:00 de la noche (bueno, ya el domingo), es cuando da comienzo oficialmente la semana de feria, mediante el encendido de luces o “alumbrao”. Esa noche la gente se reúne en las casetas para cenar, vestidas elegantemente.

Comida y bebida

¿Cómo y qué se come en la feria? Pues cada caseta tiene su lista de tapas y raciones, pero lo normal es comida sencilla y española, como tortilla de patatas, jamón y montaditos de lomo. Como es lógico, los precios son más elevados que en los bares. Y es que la feria no es una fiesta barata. ¿Y qué se bebe? Pues la bebida de la feria por excelencia es el “rebujito”, mezcla de manzanilla o fino y seven up o sprite.

Los Cacharritos

Pero la feria no acaba aquí. Aparte de las casetas, existe la famosa Calle del Infierno, una zona enorme llena de atracciones o, como le dicen los sevillanos, “cacharritos”. El ruido de las atracciones, los juegos y las tómbolas envuelven todo el recinto, y las luces marean a sus visitantes, mientras llega ese olor inconfundible a churros con chocolate y gofres de los puestos allí situados. No es necesario decir que es la zona favorita de los niños. Esto es también una experiencia que no se debe perder.

Visitar Sevilla en la Feria de Abril

Si te gusta la fiesta, éste es sin duda tu momento para visitar la ciudad. Podrás hacer turismo tranquilamente, ya que la mayoría de los habitantes se encuentran en la feria, así que la ciudad permanece casi a disposición de los visitantes, nada que ver con la Semana Santa. Por otro lado, podrás visitar también la feria y verás cómo la viven los sevillanos, y, por supuesto, disfrutar de ella hasta que el cuerpo te aguante.

Fuente de las imágenes: 8 – 19 (sección 4)

Prueba

No Comments

    Leave a Reply