Una ruta para descubrir las joyas ocultas de Sevilla
Qué son
Uno de los principales encantos de Sevilla son sus típicas casas palacio. Son viviendas señoriales que se caracterizan por su patio principal, también llamados “patios sevillanos”. Fueron construidos en su mayoría por ricas familias burguesas que se asentaron en Sevilla en su época del comercio con las Indias y que traían consigo elementos del Renacimiento que impregnaron estas construcciones. Desde fuera pasarán un poco desapercibidos si tenemos en mente los palacios europeos, pero en su interior constituyen verdaderos tesoros ocultos de Sevilla.
Ruta
1. Palacio de Yanduri
Plaza Puerta Jerez, 1.
Comenzamos en Puerta Jerez, concretamente en el edificio de esquina que actualmente es una sede del Banco Santander. Fue el palacio de los marqueses de Yanduri, que lo construyeron a principios del siglo XX en un estilo francés. Impera el color blanco y la majestuosidad del patio. Este palacio conectaba con los jardines del Alcázar para que la reina Victoria pudiera visitar a su amiga la marquesa de Yanduri.

2. Casa de la Provincia
Plaza del Triunfo, 1.
Nos dirigimos ahora a la plaza en la que se encuentran Catedral y Alcázar, al edificio que hoy es la Casa de la Provincia, es decir, un centro para el conocimiento de la provincia de Sevilla. Se trata de una gran casa burguesa que data del siglo XVIII, aunque la portada fue reformada en el siglo XX siguiendo la tradición del tardobarroco. Sin embargo, su historia es mucho más antigua, ya que fue fundado en la Edad Media como un hospital (un lugar de acogida más bien), llamado Hospital del Rey.

3. Casa Salinas
C/Mateos Gago, 39.
Subimos por esta calle y al final de la misma, a la izquierda, encontraremos la Casa Salinas. Llamada así por la familia que la posee, fue fundada en el siglo XVI por un comerciante llamado Baltasar Jaén. De gran belleza es la arquería del patio principal hecha en mármol de Carrara y sus zócalos de azulejos. Además, pueden visitarse sus estancias, también de un gran valor histórico. Con el paso de los años, la casa ha pertenecido a varias familias hasta llegar a manos de sus actuales propietarios, que decidieron abrirla al público en determinados horarios de visita.

4. Casa de los Pinelo
C/ Abades, 12.
No muy lejos de la anterior se encuentra esta otra joya, la Casa de los Pinelo. Aunque el edificio data de época medieval, en el siglo XVI fue reformado con elementos renacentistas. Su responsable fue Jerónimo Pinelo, hijo de un rico comerciante y factor de la Casa de la Contratación. Tras su muerte la casa fue donada al Cabildo Catedralicio, que la utilizó como vivienda para sus clérigos hasta el siglo XIX, cuando fue desamortizada. Tras pasar de mano en mano, llegó a ser propiedad del Ayuntamiento de Sevilla, siendo actualmente la sede de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y de la Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría.

5. Palacio de Altamira
C/Santa María la Blanca, 1.
Situado junto a la iglesia de Santa María la Blanca se encuentra la actual Sede de Cultura de la Junta de Andalucía. A principios del siglo XV el rey entregó estos terrenos a la familia Stuñiga, quienes levantaron este palacio de origen mudéjar a imitación del Alcázar, del cual apenas se conservan restos, ya que el palacio pasó por diferentes familias (entre ellas los Altamira, de quienes toma el nombre), que lo amoldaron a sus gustos, como la construcción de la fachada en el siglo XVII. Pero su mayor deformación fue cuando se convirtió en casa de vecinos. En el siglo XX fue recuperado por el gobierno local, que lo reformó intentando recuperar su primitivo aspecto.

6. Palacio de los Mañara
C/Levíes, 27.
Nos encaminamos hacia el cercano Palacio de los Mañara, otra sede de la Junta de Andalucía. Se trata también de una vivienda de origen renacentista, comprada en el siglo XVII por Tomás Mañara, quien la reforma para adaptarla al gusto de la época. Su gran deterioro lo sufrió cuando las tropas francesas la ocuparon a principios del XIX. Finalmente, a finales del siglo pasado el gobierno local adquiere el edificio para darle su aspecto actual. El gran patio y su elegante arquería nos indica que sin duda fue una gran vivienda en su época de esplendor, reservado a familias muy acaudaladas.

7. Casa de Pilatos
Plaza de Pilatos, 1.
La más famosa casa palacio no podía faltar en esta ruta, ya que es la más representativa de la arquitectura señorial sevillana. La Casa Pilatos fue fundada a finales del siglo XV por la noble Catalina de Ribera y su marido Pedro Enríquez como palacio para la familia, una de las más poderosas de la ciudad. Pero fue su hijo y heredero quien le da el aspecto actual de mezcla de estilos gótico-mudéjar y renacentista, con los zócalos de azulejos que decoran la planta baja. Inspirado en el Alcázar, su belleza y su historia lo convierten en un lugar más que recomendable de visitar.

8. Palacio de Villapanés
C/Santiago, 31.
Muy cerca de allí se encuentra el que actualmente es “Hotel Palacio de Villapanés”, un hotel de cinco estrellas cuya empresa ha tenido especial cuidado con la preservación de sus elementos históricos. Es un palacio que, a diferencia de los demás, fue construido en el siglo XVIII, y está considerado uno de los mayores ejemplos de la arquitectura civil barroca en Sevilla. La persona detrás de ello fue el almirante Manuel López Pintado, que lo construyó como su residencia. Sin embargo, lleva el nombre de sus últimos dueños, los marqueses de Villapanés.

9. Palacio de las Dueñas
C/Dueñas, 5.
El siguiente en el recorrido es el célebre Palacio de las Dueñas, perteneciente en la actualidad a la la Casa de Alba. Su origen se remonta a la época medieval con la familia Pineda, que lo vendió a finales del siglo XV a Catalina de Ribera, la fundadora de la Casa Pilatos. Es por ello que ambos palacios pueden guardar cierta similitud, ya que también aquí se encuentra esa fusión entre el gótico mudéjar y el renacentista, además de la típica cerámica sevillana. Contiene una colección de arte español que merece la pena ver y es conocido también por ser el lugar de nacimiento del poeta Antonio Machado, ya que su familia vivía de alquiler en una de sus dependencias. Hace unos años la Casa de Alba decidió abrirlo al público con unos horarios de visita.

10. Casa Lissen
Plaza de San Andrés, esquina con C/Cervantes.
Es distinta a las casas vistas hasta ahora en tanto que se trata de un palacio historicista levantado a principios del siglo XX, obra del arquitecto José Espiau. La familia Lissén se había enriquecido con el negocio del aceite y encargó al artista la reforma integral del conjunto para que diseñara una residencia de corte regionalista que imperaba en el momento. Su rica decoración de cerámica y azulejería junto con su patio interior lo hacen merecedor de una visita a este desconocido lugar. Hoy pertenece también a oficinas de la Junta de Andalucía.

11. Palacio de la Condesa de Lebrija
C/Cuna, 8.
Por último visitamos este edificio que, aunque data del siglo XV, su protagonismo lo adquiere en 1901 cuando lo compra doña Regla Manjón, condesa de Lebrija. No sólo restauró el palacio con la belleza del estilo regionalista, sino que lo utilizó como verdadero museo al conservar en él piezas únicas procedentes de las ruinas de Itálica. Doña Regla era una auténtica apasionada de la arqueología, lo que le llevó a coleccionar restos romanos de todo tipo, expuestos en el palacio. Entre ellos destaca sobre todo su colección de mosaicos, algunos de los cuales decoran todo el patio central, dándole a la residencia una connotación de museo y lugar habitable.

Espero que esta ruta haya despertado tu curiosidad por las Casas Palacio. Puedes visitar los que prefieras, aunque ten en cuenta sus horarios y tarifas para organizar tu visita. La intención es que te adentres un poquito más en el interior de esta ciudad.
Fuentes de las imágenes: 77 – 85 (sección 3); 55, 56 (sección 2).
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